
Poco que narrar. Segunda quincena de octubre y primeros días de noviembre tremendas. Llegó el temporal, y la caña al trastero. El domingo lo intenté, he de reconocer que con escasas expectativas. No fallaron los pronósticos ( que por circunstancias de incalculable sentido siempre atinan en lo malo...) y no tuve ninguna picada. Ya sabía que las opciones se daban el sábado , pero - como es "natural"- no pude ir... Aguas muy tomadas de agua dulce, mar de fondo excesivo. Y un paseo que me vino realmente bien. No estoy yendo a la lubina. Pero qué duda cabe que, antes de las Fiestas navideñas, intentaré engañar algún roballo. Y si no hay "roballón", merluza o bacalao saben mejor...