Otra oportunidad
Bueno, no hay lamentos, es para fortalecer la idea deportiva. Las lubinas a veces vienen a veces van (como los pimientos del padrón). todos los años se suelta alguna grande. No todo van a ser historias y fotos con robalos. La de ayer, junto a tres o cuatro este año, se soltó en la orilla. Unos 5 kilos de preciosa criatura que vuelve a contar con una oportunidad. Desazón y al mismo tiempo una sensación agradable, es lo que queda, o , al menos, ese "agridulce" que da sentido a esta desbordante pasión. Sé -demasiados años, siemrpe la misma ley- que mañana el MAR proveerá. Nunca solté una lubina grande. pequeñas sí, muchísimas (tantos años...). Aquí me comprometo a intentarlo en próximas ocasiones. No es por medallas, que ni busco ni preciso, ni por sentido ecológico (sé que esa acción no hará gran cosa...), sí es por una necesidad -quizá superstición-, como algo que "debo" al mar, que siempre me ha regalado todos sus frutos. Veremos si "hay o no hay"...eso sí...