¡La energía que despliega la naturaleza es ingente! El lunes, mar "pasmado"; ayer, martes, mar seriamente "enojado".
Dos caras de una "moneda", de aquel inanimado continente que alberga a los seres que animan nuestro espíritu.
Con mar que apenas acariciaba la pena, pesqué al límite, allá donde los sargos querían estar. Con viento alegre "francés" y un mar de fondo imponente, "arriesgué" mi capital en una puesta que nunca me dejó tirado.
Jornadas pletóricas, que suman conocimientos y experiencia, elementos que nunca sobran en la mochila de un veterano pescador.
Saludos, compañeros.
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