Seco, vendaval, y llegan las quemas que cercan aldeas y que se convierten en infiernos.incendiarios.
Me trato de aislar de este caos destructivo, pero en mi tierra valdesana las llamas tenebrosas están haciendo mucho daño.
Me escondo en un saliente abrigado y trato de olvidar por un rato tan abrumadora realidad.
Un "placebo" que empleo cuantas veces puedo, a sabiendas que un día dejará de obrar tal milagro.
Los cormoranes no saben de problemas, solo sobreviven merced a un impulso genético. ¿Puede haber algo más cercano a la dicha?
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