Estoy "hipercolgao" con los sargos. No es novedad y un reflejo de mi estado de ánimo. Voy a decir una "burrada" pero casi espero un temporal para "descansar".
El domingo machaqué la espalda. Acabé molido de tanto pedrero hiriente y monte empinado. Ayer tomé un antiinfamatorio.
Pero por la tarde volví, pues entre semana voy un rato si las obligaciones lo permiten. ¡Dónde se está mejor que al lado del mar y con la caña en la mano!
Por no bajar a ras, lancé un par de veces desde altura. Pero la puesta no se hallaba en buenas condiciones. Me entró una extraña pereza. Y esa sensación es para mí sinónimo del desgaste que trato de vencer.
Así que, en vez de tirar para casa caminé hasta otra postura. Me pregunté si los sargos volverían a compensar la perseverancia. Y así fue, porque es esta una ley no escrita y - lo digo con humildad- el más importante acervo para el pescador.
Diplodus arrimados a la roca madre, con hambre y dispuestos a compensar el pequeño sacrificio. Lo siento, los veo en la pescadería expuestos y me digo: neno, hoy no compras sargos...
Saludos, compadres.
Ah, pedí tres bobinas de seaguar #2.5 grand max fx. Lo mejor para "andar por lo segao"...
Escribiendo, lo que era un libro y fue poco a poco publicado en pescamar por capítulos.
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