Por la mañana mejoró el tiempo. Aire ligero y mar de fondo de noroeste. Muy buen panorama.


Me tomé  el clásico café con leche en el Nai Pai. Le acompañaron  5 ricos churros. Rondaban las 10. 


Fui a "tiro fijo". Un acantilado de unos 20 metros que da a una zona resguardada del poniente.


Hace un mes hice ahí una gran marea. Sé  dejar "descansar " los mejores spots e ir alternando puestas. 


No entraron bien, pero sí lo suficiente para experimentar una buena sesión de pesca.


Aparecieron nubarrones y el viento aceleró su paso. Motivos suficientes para recoger y volver a casa.


No me quito de la cabeza la triste desaparición del "doctor", el maestro, amigo y guía por los más vividos de mis añorados años jóvenes. Es un hecho irrefutable para unas experiencias inolvidables - y lamentablemente irrecuperables- que han marcado mi existencia.


El duelo ha de durar hasta el fin de mis días, y he de convivir con este sentimiento.







Comentarios

  1. La vida sigue y hay que ser positivo, no hay otra. Ya nos tocará y hasta entonces hay que sacar el maximo provecho. Buenos son esos churros y el café antes de la jornada. La mar cura, es un buen hombro en el que apoyarse.

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  2. Gracias, Manu. No se esperaba, pero Jose ya tenía sus años. Pero eso solo explica el hecho biológico ( a todos nos ha de llegar). Para quien como yo le admiraba ( y no solo eso, sino que él era un espejo en el que murarse) es una pérdida muy dolorosa.

    Gracias, Manu, por tu mensaje.

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  3. Preciosos sargos Maestro, que alegría reencontrarte.
    Ojalá sigas pescando muchísimos más.

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