Llovió con ganas...pero fui, a pesar del mal tiempo. Lo necesitaba. 

Este enguado de anchoa  (micebo) va francamente  bien. Salvando  las distancias, su consistencia y aroma me retrotraen a tiempos pasados. Rinde una jornada y es muy eficaz.


La arcadia volvió a su salsa. Pero el mar no estaba en su mejor momento. Además  se nota que el sargo está en movimiento y no se paraban en la echada. Quizá la presencia de tanta boga les hacia desistir.


Me equivoqué. No tenía  que haber macizado. Al menos en la segunda puesta debería haber prescindido del macizo.


No obstante, y tras varios chaparrones, di por completada la partida con la suma de unos bellos ejemplares. Me sentí bien, pero esta mañana noté cansancio. Es la vejez, o sus manifestaciones iniciales...




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