Recuerdos y aburrimiento

Con este tiempo tan malo para la pesca ( espero que bueno para la regeneración marina...) y ordenando "cosas", me vino al recuerdo el primer artículo que publiqué, primero en la página http://www.todopesca.com (gracias a Enric Sos, y saludos, si andas por ahí, amigo) y luego en federpesca Mar ( nº5 octubre 2002), gracias a José María Sánchez, el Director .
El texto lo pergeñé en el 2000 con apuntes previos anteriores. La verdad es que empecé a escribir algo allá por el 1998, pues antes ni escribía ni sacaba foto alguna; así se perdieron momentos extraordinarios de pesca. Bueno, perdidos, no, porque están en mi memoria y de ahí no se van, al contrario, permanecen más vivos si cabe. Sin embargo, es una pena no contar con soportes gráficos, que alegran y dan vida al recuerdo.
Fueron años de pescatas excepcionales, de vivencias agradables (y otras no tanto...) y de una serie de "descubrimientos" en zonas de la costa que antes no había visitado.
Galicia comencé a conocerla de la mano de José María Álvarez, de Tox, mi amigo, un insaciable pescador y buen compañero de pesca. En la primera excursión que hicimos tuve la suerte de ser convocado por él. Fue allá por el 1993, en septiembre. Pescamos por Ortegal y vivero. Me di cuenta entoncesde algunas particularidades de la pesca del sargo en las que no había caído.
Desde los 80 pescaba sargos por Asturias, con mejor o peor suerte, y con la vigilancia y patrocinio de José Groeiro, o "meu irman". Y muchos sargos había entonces. Aprendí cómo ver el agua, cómo seleccionar el bajo de línea, cómo dominar las piezas, varios tipos de engodos, cebos...enfin, el mundo que tanto tiempo nos ocupa a todos.
Pero la costa gallega me absorbió por completo, con sus alturas y complicaciones , muchas de ellas insuperables. Recuerdo cómo cogí tanta afición que aprovechaba cualquier puente para pasar varios días en Cariño. Bajar a pescadoira hasta tres veces seguidas fue común en esa época. Imaginarios, para los que no habéis pescado por ahí , qué placer buscar recovecos que nunca antes había pescado, y que formaron parte desde entonces del mapa que llevamos en la cabeza.
Bueno, no os doy más la "chapa". Va para tres semanas de temporal y la cabeza empieza a dar vueltas, un ejercicio de "spinning" involuntario que acaba llevándonos por derroteros inesperados.
UN abrazo.



http://www.todopesca.com/articulos/art044.htm


SARGOS Y AVENTURA EN "COSTA PESCADOIRA"

Hace referencia al tramo de costa que se extiende entre las localidades marineras de Cariño y Cedeira. Abarca una gran extensión, con grandes acantilados, de lo que es muestra los 600 metros de altura desde el punto más alto, formando todo ello una costa de incomparable belleza, agreste por la dureza que imponen las bajadas.
Podría llamarse "la costa de los SARGOS", debido a la riqueza que perdura después de años de acoso. La fuerza con que el océano rompe en esa zona hace difíciles durante gran parte del año las faenas marineras cerca de la orilla. La consiguiente exposición a la pérdida de aparejos ha limitado el desgaste piscícola. También, y desde el punto de vista comercial, el sargo no ha sido tan apreciado en
la Comunidad Gallega hasta hace pocos años y sobre todo por la creciente demanda de otras regiones, en especial Asturias y el resto del Cantábrico, con un consumo enraizado en la tradición gastronómica desde siempre y con mayor presión pesquera sobre esta especie, que demuestra cada año mayor escasez.
Por otro lado, la dificultad de acceso por tierra a estos parajes ha limitado la llegada
de aficionados, alejados hasta hace muy poco de técnicas como la pesca del sargo a boya, pero grandes expertos, por otra parte, en el lance ligero y pesado con cebos y señuelos, en particular el típico "chivo".
En último lugar, es preciso hacer referencia a la más moderna introducción en forma masiva de la pesca submarina con grandes capturas de lubina y sargo. No obstante, es un deporte de gran estacionalidad, pues requiere condiciones específicas, por lo que no es fácil conocer su impacto.
En todo caso, y una vez reconocidos estos factores, lo claro es que, aunque no se hacen las pescas que antaño realizaban los primeros aventureros Asturianos como José María, pescador de la localidad de Tox, el disfrute y emoción casi están asegurados.
En todo este inmenso pedreo pueden distinguirse unas zonas de otras por su mejor disposición e índice de capturas: Punta robalizeira y playa "pescadoira"; el pedreo del "chicho"; la costa frente a "peña gabeira"; los rompientes aledaños a punta candelaria. Todos son buenos lugares.
El objeto de nuestros desvelos
Bajando por Teixidelo llegamos a” pedreos” antes del “Chicho”.Una zona increíble por su belleza.
Costa a la derecha del cabo Ortegal
El esquema general es similar: un área que aparece seca en bajamar y que el impulso de la marea va llenando de forma que el cebo que utilizamos para atraer al pescado se encuentre estable creando unas condiciones óptimas para que el sargo se desplace lo menos posible, permaneciendo cerca de la rompiente en muy poca agua.
Habiendo llegado sin darnos cuenta al tema tan controvertido de la técnica (y digo esto por las diferencias de percepción entre aficionados )y partiendo de la base de que todo es discutible y nadie pesca mejor que a su manera, les hablaré de cómo pescamos el grupo que habitualmente nos desplazamos a esa costa.
En primer lugar, la base es el brumeo, para lo que se precisa un buen "engodo", al que llamaremos "macizo" o "enguado" en alusión al término conocido por todos y usado en el cantábrico. Puede ser a base de anchoa triturada
o bien sardina, la llamada "miga de bonito", la quisquilla capturada en la ría, el pulpo, el chipirón picado muy fino o triturado o la pulga viva, etc. Cualquiera es bueno y, la verdad es que, con todo lo que he experimentado, a la hora de la verdad sólo se notan pequeñas diferencias y siempre cuando sobre una puesta de pesca se comparan.
En este sentido, a veces un compañero "enguadando" (acción de repartir, brumear sobre la zona) con chipirón, obtiene más capturas. Así mismo, podemos mencionar la especial idoneidad de la pulga de mar en el periodo estival, siempre empleada viva. En todo caso, parece que la ausencia de diferencias notables nos lleva al planteamiento de que son otros factores los que influyen.
Dentro de estos factores y, dejando de lado la suerte, en la que me cuesta creer aún después de haber visto cosas increibles (típica situación en que dos pescando en el mismo lugar, con el mismo cebo e iguales aparejos, uno se ríe del otro y... ¡ya sabemos porqué!), creo firmemente que el estado de la atmósfera y del mar, íntimamente relacionados,
son los hechos que se demuestran decisivos en este deporte.
En esta costa casi siempre se pesca pero, como en todo, hay días mejores al favorecer las circunstancias acompañantes: un periodo de tiempo estable o bien en los inicios de los cambios atmosféricos para buen o mal tiempo (aumento de la presión atmosférica o descenso), son las situaciones más recomendables. En todo caso, lo primordial es que hemos visto que el tiempo denominado de transición o variable es poco aconsejable, si bien reconozco mi excepticismo como principio, después de situaciones inexplicables. La naturaleza hace gala de su saber al
aconsejar a los peces el mejor momento para salir y alimentarse. Los vientos: hemos pescado igual con viento de todos los cuadrantes, siempre y cuando no influyan negativamente en la evolución en el agua de los aparejos. Siempre nos han dicho que el norte o noroeste son los más adecuados y sin embargo, en punta robaliceira, las mejores "pescatas" se realizan con el temible nordeste pues tiene
tradición de que transparenta las aguas, pero en esa zona, que esta protegida, puede ser el mejor momento para pescar.
El mar: imprescindible observar bien su evolución, habiendo gran diferencia de unos días a otros e incluso en la misma marea pueden variar sus condiciones. No sé como describir el mar perfecto pero intentaré calificarlo como un mar seguido, esto es, olas que rompan unas detrás de otras, que haga que el agua se estabilice y se encuentre tapada continuamente, de forma que nuestra presencia no sea percibida
y el "macizo" se mueva creando las condiciones para que se aproxime el sargo y permanezca, rompiéndose su habitual desconfianza.
Hemos repasado algunos
factores importantes y podemos hablar algo sobre materiales. Utilizo cañas de 6-8 metros de carbono con la puntera de fibra de vidrio macizo para evitar desafortunadas roturas, carretes con capacidad para, al menos, 100 metros de línea del 0.30 mm. y con sistema de freno trasero que da gran seguridad en caso de clavar un gran pez pues permite liberar hilo con agilidad.
Es preferible emplear el aparejo más resistente posible, ya que permitirá luchar duro, evitando fugas y roturas. Indudablemente, seguro que los pescadores llamados "finos" desaprobarían, en aras de una mayor deportividad, esta metodología, pero, en una zona donde es habitual jornadas en que las piezas superan los 1.2 Kilogramos de peso medio, es mejor, sin duda, no arriesgar. En consecuencia solemos montar sedales del 0.23 mm, 0.25 mm o 0.30 mm de alta calidad. He probado líneas trenzadas pero no me gusta su adaptación al empleo de la boya. Con el nylon descrito, apoyado en la acción de la caña, prácticamente se trabajan los sargos en firme aunque las furiosas embestidas de algún "gigante" hacen que nos veamos obligados a ceder metros.
Por último; corchos, plomos de 4 a 8 gramos, anzuelos curvos del 1, 4, 6 y el cebo ( gamba entera o pelada, lámina de chipirón, quisquilla, pulga, incluso percebe, lapa, cangrejo etc. Siempre es mejor cebar el anzuelo con la materia prima que compone el “enguado” ), completan lo necesario para acercarse a esa peligrosa costa en busca de tremendos "Diplodus sargus".
Comenzaremos entonces a pescar, armando un anzuelo a una separación de la plomada y la "boya"(corcho,veleta...) tal que asegure un adecuado movimiento del cebo que deberá situarse lo más aproximado a la piedra, esto es , en el mismo lugar donde estamos vertiendo el "macizo", y siempre que consideremos que hay agua suficiente, elemento éste que viene dado por la
experiencia y fundamental, pues
siempre hay un momento ideal en cada puesta en que el estado del agua alcanza su plenitud para la pesca.
Es muy importante comenzar comprobando el estado de las corrientes antes de nada. El éxito dependerá del lugar donde el cebo permanezca.
Si se pesca con acierto y tranquilidad es normal que las clavadas se hagan continuas, si somos constantes en el proceso de cebado.
Es preciso también hacer hincapié en la dificultad de los accesos por lo que conviene ropa adecuada, en especial el calzado, que deberemos someter en ocasiones a pretorianas marchas de hasta tres horas de duración.
Quizás muchos piensen que es una locura, pero los momentos pasados pueden ser inolvidables para los que piensan que en la península aún permanecen santuarios donde unos pocos atienden a su particular religión.
De un grupo de amigos: Carlos, José María, José "neno", "Xeixo", ,"Pin", "Monchi", "Bachos", y otros "sargueros" Asturianos a los amigos de todopesca.com.
A Coruña, a 3 de diciembre de 2001 Carlos Enrique Redruello González

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