Primeras salidas de la temporada , por Fernando (Roballiza)
7 de Septiembre de 2008:
Encontrar un fin de semana con las condiciones ideales para la pesca en playa y a cebo (sardina), es una lotería como sabéis. El trabajo a jornada partida toda la semana suele ser motivo para ver pasar las entradas de lubina y contentarse, con los dientes largos, de las capturas de otros colegas de afición.
Tras un verano sin salidas a pescar, descansando un poco de meses de spinning y después de la tentativa anterior, en la que salió un ejemplar de robayiza de 1,5 kg. y algunas furagañas, decidimos volver mi hermano Nacho y yo este domingo pasado antes de quedarnos sin mar, el sábado muy fuerte y ventoso, el domingo el Sr. Gurú daba datos esperanzadores...había que ir a verlo in situ y jugar nuestras cartas.
Oímos y leemos que se pescó mucho por semana al moverse el mar, pero se va quedando poco a poco.
A las 8 de la tarde estábamos en la rompiente, la pleamar a las 22:20, mala según se mire, la experiencia nos dice que en esta playa hay que pescar las 3 primeras de subida por que luego se abre mucho el pescado, pero bueno, también son buenas las dos primeras de bajada y no nos viene mal de horario. Ráfagas de norte y nublando, lo segundo nos gustaba.
Frecuentamos playas locales bastante concurridas y con bastante presión pesquera, éste día no iba a ser menos, Morís. Ya había 6 cañas, pero nos habían dejado libre una de las zonas calientes, al menos catalogado así por nosotros. Nos quedamos, muchas veces tenemos que movernos hacia el oriente. La autopista tiene eso, pero todos pagan licencia y tienen derecho, hay buenos pescadores de Gijón, carritos se ven y todo, surfcasting a gogó. También hay unos de botellón, desafiando los frecuentes controles de la dgt en la zona al caer la noche. A mí, mientras no me den la vara…
Playa de unos 800 mts. con canal, dunas y algo de roca. Flanqueada por pedreros. ¿Qué más podemos pedir? Ah si...sardinas!!!..que costó conseguir el sábado. Frescas, duritas y en hielo hasta que llegan al anzuelo. Y por supuesto alguna captura que nos quite un poco el mono.
Monto la primera caña, lanzo, voy a cebar la segunda y ya tengo baile, media vuelta, clavo y pocas carreras, la "tuta sargo" es mucho para ella. Robayiza kilera, la cuelgo porque sangra y me emballa:
Empezamos bien, aunque ya sabemos que no todo es como empieza... llega la pleamar, el repunte y ni morralla, lo cual nos deja tiempo para el bocata y comentar cariacontecidos que esto no va todo lo bien que quisiéramos. A ver que pasa ahora bajando.
Comienza a bajar rápido y hay que reposicionar las cañas. Cesa el aire del norte, estupendo!, se queda nublado. El mar apunta quedadas pero de vez en cuando hay buenas series de más de metro y buena rompiente. Tengo picada, sale la sardina destrozada. Estoy cebando y veo a Nacho mirar mi otra caña, vio como yo que había marcado un toque y salgo pitando, antes de llegar a la caña ya son cabezazos claros, tiro un poco y ya estaba clavada. Carrerón sacando línea, buena pelea tras la cuarta ola, afloja todo y no doy a basto con la manivela, me viene de frente..que puñetera! ya me temía lo peor, ha pasado ella sola las olas, quiebra de nuevo, saca otro poco de línea al verse ya con 30 cm de agua y decido que ya valió, siempre con su permiso. Logro ponérsela a Nacho a los pies. Cómo disfruto con estos roballos!.
Sacamos la foto de rigor, pesó ya en casa 3,5Kg. y 65 cm. Preciosa, de playa, color plata y verde mar , de la zona y veterana de guerra, estaba expulsando un anzuelo del 5/0 ya sin paleta y muerte. Que poder gástrico!
Encontrar un fin de semana con las condiciones ideales para la pesca en playa y a cebo (sardina), es una lotería como sabéis. El trabajo a jornada partida toda la semana suele ser motivo para ver pasar las entradas de lubina y contentarse, con los dientes largos, de las capturas de otros colegas de afición.
Tras un verano sin salidas a pescar, descansando un poco de meses de spinning y después de la tentativa anterior, en la que salió un ejemplar de robayiza de 1,5 kg. y algunas furagañas, decidimos volver mi hermano Nacho y yo este domingo pasado antes de quedarnos sin mar, el sábado muy fuerte y ventoso, el domingo el Sr. Gurú daba datos esperanzadores...había que ir a verlo in situ y jugar nuestras cartas.
Oímos y leemos que se pescó mucho por semana al moverse el mar, pero se va quedando poco a poco.
A las 8 de la tarde estábamos en la rompiente, la pleamar a las 22:20, mala según se mire, la experiencia nos dice que en esta playa hay que pescar las 3 primeras de subida por que luego se abre mucho el pescado, pero bueno, también son buenas las dos primeras de bajada y no nos viene mal de horario. Ráfagas de norte y nublando, lo segundo nos gustaba.
Frecuentamos playas locales bastante concurridas y con bastante presión pesquera, éste día no iba a ser menos, Morís. Ya había 6 cañas, pero nos habían dejado libre una de las zonas calientes, al menos catalogado así por nosotros. Nos quedamos, muchas veces tenemos que movernos hacia el oriente. La autopista tiene eso, pero todos pagan licencia y tienen derecho, hay buenos pescadores de Gijón, carritos se ven y todo, surfcasting a gogó. También hay unos de botellón, desafiando los frecuentes controles de la dgt en la zona al caer la noche. A mí, mientras no me den la vara…
Playa de unos 800 mts. con canal, dunas y algo de roca. Flanqueada por pedreros. ¿Qué más podemos pedir? Ah si...sardinas!!!..que costó conseguir el sábado. Frescas, duritas y en hielo hasta que llegan al anzuelo. Y por supuesto alguna captura que nos quite un poco el mono.
Monto la primera caña, lanzo, voy a cebar la segunda y ya tengo baile, media vuelta, clavo y pocas carreras, la "tuta sargo" es mucho para ella. Robayiza kilera, la cuelgo porque sangra y me emballa:
Empezamos bien, aunque ya sabemos que no todo es como empieza... llega la pleamar, el repunte y ni morralla, lo cual nos deja tiempo para el bocata y comentar cariacontecidos que esto no va todo lo bien que quisiéramos. A ver que pasa ahora bajando.
Comienza a bajar rápido y hay que reposicionar las cañas. Cesa el aire del norte, estupendo!, se queda nublado. El mar apunta quedadas pero de vez en cuando hay buenas series de más de metro y buena rompiente. Tengo picada, sale la sardina destrozada. Estoy cebando y veo a Nacho mirar mi otra caña, vio como yo que había marcado un toque y salgo pitando, antes de llegar a la caña ya son cabezazos claros, tiro un poco y ya estaba clavada. Carrerón sacando línea, buena pelea tras la cuarta ola, afloja todo y no doy a basto con la manivela, me viene de frente..que puñetera! ya me temía lo peor, ha pasado ella sola las olas, quiebra de nuevo, saca otro poco de línea al verse ya con 30 cm de agua y decido que ya valió, siempre con su permiso. Logro ponérsela a Nacho a los pies. Cómo disfruto con estos roballos!.
Sacamos la foto de rigor, pesó ya en casa 3,5Kg. y 65 cm. Preciosa, de playa, color plata y verde mar , de la zona y veterana de guerra, estaba expulsando un anzuelo del 5/0 ya sin paleta y muerte. Que poder gástrico!
Animados cebamos como locos y tiro algunos trozos y restos a modo de enguado. No pasan 5 minutos y empiezan a marcar las cañas. Voy a por una y en la primera carrera quedo sin tensión, la sardina a la mitad, al poco le toca a Nacho...se ha soltado! me indica... Nos tienen trabajando a saco un rato cambiando cebos. Esos viajes a la caña no son de lubina, no cuadra el tirón con las furagañas y se sueltan tras la primera carrera, pero no tardamos en saber lo que pasaba... Nacho pelea con un hermoso xargo de kilo. Tío! tenemos un bando de perros en la canal! Visto y no visto...pasada fugaz como gamberros buscando jaleo. Los anzuelos 5/0 se me antojan grandes y se soltaban, no llevamos menos, sólo uno se clavó en la comisura de la boca probablemente en un intento de zafarse del engaño. Luego la calma, han seguido su patrulla nocturna.
12 de la noche, notamos frío en la espalda, nos baja aire del monte, despeja, estrellas fugaces, un cigarro y para casa que Neptuno y Nuberu ya han dicho basta. Volveremos!
Nota: el pescado con el estómago vacío.
Nota: el pescado con el estómago vacío.
12 de Septiembre de 2008:
Y volvimos....pero el mar estaba un pelín fuerte, más de dos metros de fondo, obligando a poner plomos de 80 y 100 gr. de grapas; viento oeste frío y aguas ¡calientes! (20-22 grados aprox), no creo que exagere. Vuelan grandes nubes negras por encima que amenazaban agua, mucha agua, pero nos pasaron de largo dejando tímidas gotas.
6 cañas nuestras, alguna más en la parte izquierda, parece un campeonato de surfcasting. La playa se llena de punteros fosforitos al caer la noche. Nos observamos con el rabillo del ojo. Baile de frontales con modernos leds.
La última hora de bajada y repunte de bajamar no dieron señal alguna de picada y tardó en empezar a subir ya que comenzaban grandes quedadas de mar, alternado con grandes olas que llegaban a la orilla.
De repente empieza la actividad, un proyecto de xargo, una solla, un rodaballo, 4 furagañas, una robayiza de 38, pero todo pequeño y de vuelta al agua.
Hoy nos acompañaba Luis, mi hermano mayor, y ocupó el margen derecho de la playa, en el momento de actividad llega y nos dice que "algo" le ha marchado con el bajo de un quite. Nos ponemos en guardia por si las moscas...pero nada. Vuelve otra vez: oye! otra vez…pero que pasa! Con este mar "imposible" que sea alguna dorada. El otro día los xargos, ¿hoy que será?.
Pues como el otro día, expectantes, a la tercera lo supimos, tras una buenísima pelea, un hermoso y batallador "pintaroxa" - pintarroja - pez gato -Scyliorhinus retifer- que diría el amigo Sargoloco ;), de aproximadamente 70 cm y entre 2 y 3 kilos de peso que se gastaba una mala leche increíble, se mordía hasta la cola y emitía un viperino sonido abriendo la boca cada vez que veía el flash de la cámara.
Decidimos no sacrificar tampoco este precioso tiburón que aunque esté bastante bueno, guisado con patatinos ó al ajillo, no había ganas de matar, cortamos la línea y delicadamente, sin el grip, lo devolvimos al agua. Probablemente un grupo de ellos fueron los encargados de dejarle a Luis sin aparejos.
No hubo más emoción a partir de la tercera hora de subida. Así que nos fuimos a casa sin pescado, con algunas capturas para entretenerse y a la espera de que arrime algún lubinote. Risas y en familia, ¡qué guapo ye esto de la pesca!
Un saludo y líneas tensas.
Y volvimos....pero el mar estaba un pelín fuerte, más de dos metros de fondo, obligando a poner plomos de 80 y 100 gr. de grapas; viento oeste frío y aguas ¡calientes! (20-22 grados aprox), no creo que exagere. Vuelan grandes nubes negras por encima que amenazaban agua, mucha agua, pero nos pasaron de largo dejando tímidas gotas.
6 cañas nuestras, alguna más en la parte izquierda, parece un campeonato de surfcasting. La playa se llena de punteros fosforitos al caer la noche. Nos observamos con el rabillo del ojo. Baile de frontales con modernos leds.
La última hora de bajada y repunte de bajamar no dieron señal alguna de picada y tardó en empezar a subir ya que comenzaban grandes quedadas de mar, alternado con grandes olas que llegaban a la orilla.
De repente empieza la actividad, un proyecto de xargo, una solla, un rodaballo, 4 furagañas, una robayiza de 38, pero todo pequeño y de vuelta al agua.
Hoy nos acompañaba Luis, mi hermano mayor, y ocupó el margen derecho de la playa, en el momento de actividad llega y nos dice que "algo" le ha marchado con el bajo de un quite. Nos ponemos en guardia por si las moscas...pero nada. Vuelve otra vez: oye! otra vez…pero que pasa! Con este mar "imposible" que sea alguna dorada. El otro día los xargos, ¿hoy que será?.
Pues como el otro día, expectantes, a la tercera lo supimos, tras una buenísima pelea, un hermoso y batallador "pintaroxa" - pintarroja - pez gato -Scyliorhinus retifer- que diría el amigo Sargoloco ;), de aproximadamente 70 cm y entre 2 y 3 kilos de peso que se gastaba una mala leche increíble, se mordía hasta la cola y emitía un viperino sonido abriendo la boca cada vez que veía el flash de la cámara.
Decidimos no sacrificar tampoco este precioso tiburón que aunque esté bastante bueno, guisado con patatinos ó al ajillo, no había ganas de matar, cortamos la línea y delicadamente, sin el grip, lo devolvimos al agua. Probablemente un grupo de ellos fueron los encargados de dejarle a Luis sin aparejos.
No hubo más emoción a partir de la tercera hora de subida. Así que nos fuimos a casa sin pescado, con algunas capturas para entretenerse y a la espera de que arrime algún lubinote. Risas y en familia, ¡qué guapo ye esto de la pesca!
Un saludo y líneas tensas.
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